ejercicios de escritura poética
Este caer de cosas me mantiene en suspenso
el hilo se ha roto
lo anudo y se sigue rompiendo
De la copa gotea viscoso el vino como si fuese sangre de uva
Tocar fondo es algo muy sutil
Beberse a pecho el albedrío sería muy fácil
Mordisquear al tiempo cual polvorosa
Tragarlo en un bolo alimenticio y que me sustente
Tan fácil, tan sutil sería
Sería si sólo fuese
Al pan, pan y al vino, vino
El vino, vino y el pan se fue
Luego sólo pude tomar agua
El vino no calmaba la sed
Se había vuelto amargo
El hambre siguió creciendo
Se devoró el agua, el vino
a mí…
Vengo rodando desde el fondo del valle
piedra, arenisca, agua, semilla, polen
En la cima de la montaña más alta
Detuve mi ascenso cansado
Perfilar de estrellas fugaces, nieves, suspenso
Suave susurro sosiega saltando sobre sí
Si descubro un horizonte correré a su encuentro
Espejo en el que me miro destrozada
Camino en el que me descubro trajinada
Apagada, burlada, negada, esperada, ada…
Antes que fuese ya era lo que soy y seré
Mañana traduce un presente vuelto pasado a cada instante
La lluvia trae conmigo melancólicos sintagmas
Si puedo con la nostalgia podré conmigo misma
Si puedes con la lectura podrás conmigo misma
Me lo digo a diario, a horario, a segundario
Ser yo o morir
Puedo seguir siendo yo una vez muerta
Sólo este paquete lipídico envolvente
que habla, supone, pregunta, propone
Sólo vacío por dentro
De rodar por los azares he traído un milagro
laméntome reconocerlo olvidado
Música tienen tus ojos
pestañas que suben y bajan marcando un compás
pupilas dilatadas negruzcas, de apuntilladas figuras
y esa ligadura enramada de tus pobladas cejas.
Música tiene tu boca
no sólo por la cadencia de tu voz
tus perfectos dientes alineados como semicorcheas de blancas en sol
y ese provocativo puntillo que la bordea
El calderón de tu boca me ha llamado en el tiempo de silencio
He acudido a ella tras el Da Capo de bemoles
Pero no he podido librarme del dulce compás de tus ojos
Tus ojos, dos corcheas en sostenido
Música tienen las cosas muertas
afónicas respetando el silencio
quietas respetando el movimiento
frías respetando el carácter
Música tienen las cosas vivas
respirando en cada coma
voceando en cada forte
languideciendo en cada ritenuto
Pero más música tienen tus manos de arpegio
y más tu malinconico ser
Ad libitum de ti estoy
terciopelos de marcatos que me recorren
El brioso sudor que sale
se asemeja a redondas emergiendo de poros
redondas que van ansiosas a encontrarse en un mismo punto
el punto mismo de nuestro pentagrama
Es ahora cuando paso de este triste modo menor
Ahora cuando los tonos mayores me envuelven en la alegría de ti
Cuando me transporto en un rubato melódico
Comprendo que mi mundo entero es música
Música de ti
JUSTO AHORA SE HAN DESGAJADO LAS MARGARITAS
AHORA cuando la brisa celosa ha alzado sus pétalos al aire
SE deslizan y ya no puedo decir: “me quiere o no me quiere”
HAN dejado mi incertidumbre melancólica para un después
DESGAJADO quedaría todo si no supiera ya mi verdad
LAS cosas simples aún sin significado, pero las frescas
MARGARITAS siguen deshojándose en esperanzas y danzando
“…días de ira: una palabra tiembla en el abismo…”
Guillermo Sucre
Se resquebraja mi ánimo
ánimo, ánima sombría
Soy una caja sobresaturada de fieras salvajes
tartamuda y temblorosa en el estallido del esternón y el frontal
Mascullados sapos y culebras por una boca domesticada por la sociedad
-por la religión-
Eternidad de Vesubios arremolinados en mi pecho
buscan salir forzosamente hasta por mis poros
Tengo derecho a volcar tantas mesas
como puedan mis fuerzas reprimidas
Aun no
apre(he)ndo el silencio
impuesto (re-querido) por tiempos
-tiempos-tiempos-tiempos-…
de silencios
